Bueno... Parece que la aventura terminó (aunque aparentemente me resisto a creerlo, todavía no he sacado los dólares de mi monedero y no tengo euros en efectivo), y, para qué nos vamos a engañar, estoy triste. Acabo de mirar las fotos un rato, y me da una pena no estar allí y no poder ver ya Grand Central, el skyline desde el 7, el Empire State desde mi calle... Y los amigos que he dejado allí, gente muy guay y que también echo de menos. En fin, parece que esto va a ser una elegía en lugar de un análisis funcional, así que, vamos a cambiar de tercio.
Los últimos días fueron intensos, saliendo mucho, durmiendo poco, revisitando sitios memorables y comiendo por última vez en tal o cual sitio. Ha sido un mes lluvioso, frío y con algunos días de sol y calor infernal (como aquí, y me refiero a Valencia, en agosto, léase durmiendo en cueros), la gente en Central Park en bikini. Uno de esos días calurosos hice una visita al Calvary Cemetary, Queens, uno de los cementerios más grandes y más antiguos de USA. Es verdaderamente enorme, no sorprende que durante muchos años en Queens hubiera más moradores finados que vivos (completamente cierto, se trasladaron los muertos desde los cementerios de Manhattan, que se estaba quedando pequeño, a Queens, a puñaos). El cementerio es aconfesional, hay católicos, judíos, protestantes, musulmanes, etc., y de todas las nacionalidades. Según la wikipedia, en el Calvary se rodó la escena del funeral de El Padrino. Todo transcurre en Nueva York, y si no, fijaros en pelis y series, parece que no haya otra ciudad (y cuando estás allí, parece cierto, quién querría vivir en otro sitio habiendo de todo allí?), incluso los cementerios son famosos (y están en medio de áreas habitadas, había una hilera de casas pegadas al cementario que podían usar las lápidas para poner cuerda y tender la ropa, en serio. Y luego se quejan de los poltergeist...).
También estuve en Coney Island, antiguo centro de diversión de NYC, del que hoy solamente queda un parque de atracciones, con una montaña rusa del año 27, una noria y una serie de chiringuitos que recuerdan más a California que a la costa este. La playa (que también la tiene) es gigantesca, y sentarse a ver pasar a gente es como Benidorm en verano: un freak-show. Pero muy chulo, me quedé con ganas de ir a la playita allí en verano. Lo malo es lo que se tarda: casi 2 horas en metro para llegar.
El fin de semana tomé mi último brunch, en el SoHo, en uno de los mil garitos espectaculares de NY, se "brunchea" y luego (en pleno día, a partir de las 4 de la tarde o así), la música se va poniendo más alta y la gente acaba bailando, en medio de las mesas. Ah, y la noche anterior estuvimos en otro speakeasy de estos que tienes que tocar el timbre en una casa para entrar al bar (cómo me gustan esos antros). Y, la última semana de trabajo, dejar hecho todo el papeleo y por fin, el jueves 30, llegó el día. Una amiga me acompañó al aeropuerto en Newark (sí, pasé mis últimas en New Jersey, pero no es necesario que se sepa), ayudándome con mis toneladas de equipaje y haciéndome compañía, de manera que no lloré casi, porque no me dio tiempo.
El viaje de vuelta se pareció al de ida, el avión hipermegaequipado y demás, pero la diferencia fueron LAS 9 HORAS DE ESCALA EN MUNICH!! Sí, y cómo al final tenía tanto equipaje de mano y no hay consignas en los aeropuertos, pos ni visita a la ciudad ni na, dando vueltas por el airport y vegetando como una homeless, hinchándome a té gratis de Lufthansa. Finalmente, a las 7 de la tarde, vuelo para Valencia, y... De vuelta en casa!!
Y aquí se termina esto, ya sé que no me he lucido mucho con este último post, pero la morriña se me come el ingenio bloguero, así que, el diagnóstico finalmente se queda en Trastorno de identidad disociativo (antes conocido como personalidad múltiple). Mi antigua identidad, de residente de Xátiva, afincada en Valencia, vuelve a emerger con fuerza, pero mi otra personalidad, de neoyorquina hipomaníaca, nunca desaparecerá por completo y se mantendrá latente hasta que vuelva a la City que nunca duerme!! Valoración final: Awesome (palabra que me encanta, describe la magnitud de la experiencia).
And that seems to be all, folks, hugs and kisses, thank you and bye bye!!
Unas últimas fotos: Central Park verdecito y un par de joyas más.